8/28/2007

mi amigo "el brujo" passed away

no sé ni por dónde comenzar... la noticia me ha provocado un profundo dolor. juan gil, alias "el brujo", mi amigo de muchos años y complicidades contestatarias, se murió, de un infarto, y me enteré de pura casualidad, casi por accidente, a través de un amigo recien encontrado.
hace muchisimos años que conozco al brujo. es más, creo haber sido yo uno de los que popularizó su pintoresco sobrenombre, por el que casi toda la vicaría víbora-calabazar, y más allá, le reconocían.
con semejante nickname uno se imagina a un ser desbordante, fibroso, grotesco, sin embargo, juanito no tenía ese aspecto. a veces me preguntaba, y ¿de dónde viene lo de "el brujo"? creo que lo heredó "por contagio" de carlos alberto payá, hermano de oswaldo, con quien juanito compartía aula en la facultad de arquitectura de la cujae y quien sí tenía un aspecto "difícil", según comentarios de la época. pero no doy fé de que así haya sido.
por el contrario, juanito, nuestro brujo, era un tipo delgado, espigado, aunque nervioso; de agudisima inteligencia, el brujo era polemista de barrio, muy difícil de escamotearle una idea; un tipo muy leído, culto, formado, profundo, equilibrado y al mismo tiempo vacilable, humorista, fantasioso, soñador y libre -como pocos- en ese pedazo de roca insípida que es cuba hoy.
recuerdo que la última vez que estuve en un encuentro de jóvenes católicos trabajadores en la hermita de los catalanes, allá, a principios de la década del 90, un domingo gris de tantos, percibí un marcado desinterés por el (con)texto y comprendí que emocional y psicológicamente no cabía en aquel grupo que se congregaba en la hermita; eran los años en que comenzaba a masificarse el movimiento juvenil católico y yo pertenezco a la generación de las minorías, de los grupos pequeños, de la complicidad a ultranza. entonces decidí marcharme, al mediodía, no sin antes conseguir la mejor de las compañías posibles: el brujo.
regresamos caminando a mi casa de aldabó "el brujo" y yo, atravesando los barrios aledaños de capdevilla y altahabana hasta doblar por el hospital nacional. esa tarde conversamos extendidamente de nuestros planes, ilusiones, deseos, pero también de decepciones, problemas, la curia, los retos, hasta bien entrada la noche. lo que parecía un aburrido domingo, se convirtió en una jornada memorable.
pero ahora siento una profunda rabia nada más que de pensar que juan, el querido brujo, aquel tipo que gritó en el 4to piso de mi facultad "aqui no se respetan los derechos humanos ni pinga", no pudo disfrutar la caida del régimen de fidel castro como tanto ansió; gusano viejo, escuela y cátedra de oposición, al brujo le deseo un descanso en paz, pero yo estoy muy triste.

6 comments:

Anonymous said...

y que ni aun mirando la foto me acuerde de el...! que cosa mas loca! tengo que haber hablado con el alguna vez, no, tal vez nos encontramos los tres...debe de haber sido asi...pero no me acuerdo!

luisc said...

pero si te acuerdas del chiste de los monstruos que nosotros "transcontextualizamos" a la cujae y se lo aplicamos al paco, el robertico y demás especímenes???.... pues el brujo es el autor/protagonista... que por poco lo linchan los ecobios originales... también hace mucho que te fuiste y el brujo se movía entre la iglesia de los pinos, mi casa, etc...

wongsoi said...

LUISO ...NO ME ACUERDO DEL BRUJO Y ME IMAGINO QUE DEBO DE CONOCERLO....PERO DE TODAS FORMAS POR LO QUE ME CUENTAS FUE TREMENDO TIPO Y SI LO CONOCI DEBIO DE CAERME MUY BIEN... LO SIENTO

wongsoi said...

te escribire con mas tiempo.... al menos ya pude resolver como poner los comentariuos un abrazo

Eduardo Mesa said...

A Juan Gil in memorian

Juanito (el brujo) Gil era mi amigo, todavía lo es desde un pedazo del cielo azul de su Vicaría Víbora-Calabazar, los habaneros nos podemos morir en cualquier sitio pero vamos al cielo de casa, al cielo de la madre y de la abuela, del reparto o la esquina. Por ahí anda Juan Gil buscando un sueño, zapateando Altahabana.

El Brujo tenía el don de la ironía, sarcástico y escéptico manejaba un extenso repertorio de frases y aforismos, había leído libros que nadie lee, tenía proyectos para cuatro vidas largas. Los jóvenes católicos de la Habana nos encontrábamos una vez al año en las convivencias de verano, en esa bendición de la Iglesia habanera que es la finquita de Peñalver, en Guanabacoa, al cuidado de las Hijas de María Auxiliadora. Ahí conocí a Juan Gil y todavía recuerdo algunas de sus bromas.

No se fue de Cuba porque no pudo, también porque no quiso. Vivió siempre al margen, desafiando al sistema en lo cotidiano, ridiculizándolo.

Una vez me dijo: lo que diferencia a un hombre de otro es perder la oportunidad de quedarse callado. Gil no soportaba a los charlatanes; recuerdo que en una Pascua Joven nos tocó de animador uno que ahora le escribe loas a la Revolución, pero que en aquel tiempo se pasaba la vida citando a Borges y a Teilhard de Chardin, el sujeto en cuestión defendía el diálogo entre cristianos y marxistas, suponiendo a ultranza la mezquindad de los primeros y la buena voluntad de los segundos. Al terminar este, Juanito pidió la palabra, se paró muy solemne y preguntó : ¿Compadre tú estás hablando en serio?

La última conversación que recuerdo la tuvimos en la Casa Laical, pasó a tomar café y me contó sobre un libro viejo que había leído. Eran los recuerdos de un oficial alemán de la segunda guerra recogidos en un volumen, que según Juanito, era de obligada lectura en las academias militares y se titulaba : Como sobrevivir en el Frente Ruso. Estaba fascinado con la lectura de su rareza bibliográfica, su agudo sentido del humor se complacía creando nuevas analogías, me divertí como siempre escuchándolo y desde aquella tarde no lo ví más.

Hace unos meses me llegó la noticia, su corazón no pudo resistir el infarto masivo, se fue de pronto Gil, con la prisa que tenía siempre, nervioso, inagotable, con algún rollo o algún invento a mano.

Lamento que se marchara así, con un portazo, sin ver la Cuba nueva que soñó mil veces, que todavía soñamos.

luisc said...

gracias, eduardo....
abrazo.